jueves, 25 de octubre de 2007

Temperamento en los niños.

¿Cómo muestran los niños diferencias en el temperamento?


El recién nacido viene al mundo equipado con un amplio conjunto de capacidades que lo convierten, desde el primer momento, en miembro activo de la especie humana. Lejos de ser una criatura desvalida e indefensa, es un ser competente y organizado de forma compleja.

El temperamento, es definido como la forma característica que tiene un individuo de enfrentar y reaccionar entre otras personas y situaciones, es el como del comportamiento: no qué hacen las personas sino como lo hacen. El temperamento comprende diversas dimensiones de conducta. Dentro de estas dimensiones, el tono emocional ocupa un lugar primordial, de esta manera se sostiene que los bebés muestran un estado emocional positivo y/o negativo cuando se enfrentan a la estimulación procedente del entorno.

No obstante, esta disposiciones temperamentales, pese a tener un origen biológico, no son estáticas e inmutables sino que se adaptan a las demandas ambientales.

De acuerdo a esto, pueden identificarse tres patrones de temperamento:

1.- Niño Dócil: Tiene estados de ánimo de intensidad leve a moderada, generalmente positivos, responde bien a la novedad y al cambio, desarrolla rápidamente horarios regulares de sueño y alimentación, acepta con facilidad alimentos nuevos, sonríe a los extraños, se adapta fácilmente a las nuevas situaciones, acepta las frustraciones con poca perturbación y se adapta rápidamente a las nuevas rutinas y reglas de los juegos desconocidos.

2.- Niño Difícil: Demuestra estados de ánimo intensos y con frecuencia negativos, llora frecuente y fuertemente; también ríe del mismo modo, responde inadecuadamente a la novedad y al cambio, duerme de forma irregular, acepta los alimentos nuevos lentamente, sospecha de los extraños, se adapta lentamente a las nuevas situaciones, reacciona a la frustación con pataletas y se ajusta lentamente a las rutinas.

3.- Niño Indeciso: Tiene reacciones ligeramente intensas, tanto positivas como negativas, responde lentamente a la novedad y al cambio, duerme y come más regularmente que el niño difícil pero con menos regularidad que el niño dócil, muestra una respuesta inicial ligeramente negativa a los estímulos nuevos ( el primer encuentro con una nueva persona, lugar o situación), desarrolla gradualmente el agrado por los nuevos estímulos tras exposiciones repetidas y carentes de presión.

(Fuente: Adaptado de A. Thomas & Chess, 1984)

Estos patrones de temperamento, son aparentemente innatos y por lo general estables aunque pueden ser modificados por la experiencia y la estimulación temprana, de esta manera el contexto parece crucial a la hora de estudiar el temperamento. Además, las reacciones temperamentales también están determinadas por la etapa del desarrollo en que se encuentre el niño, distintas situaciones y/o estímulos.

En síntesis, si tenemos en cuenta, por un lado, que los niños desde muy pequeños presentan inicialmente diferencias en la sintonización y sincronización con las personas y objetos físicos, y por otro lado consideramos las características que defienden al temperamento, resulta de gran interés la influencia que pueden tener la naturaleza y los estímulos en el tono emocional de los niños.

De esta manera, los padres juegan un rol fundamental. En lugar de considerar el temperamento del niño como un impedimento, ellos pueden anticipar las reacciones de su hijo, y así poder ayudarlo a adaptarse. Deben observar cuidadosamente a sus hijos para determinar que tipo de temperamento tienen. Deben notar los hábitos de comer y dormir, como reaccionan a situaciones nuevas, y a su disposición.Por ejemplo, es posible que un niño “difícil” necesite un tiempo adicional antes de recoger sus juguetes tras indicarle que lo haga, o puede precisar una cuidadosa preparación antes de una mudanza familiar.

Así los padres no deberían desilucionarse o sorprenderse con el temperamento de sus hijos. En lugar de eso, deben aceptar a sus hijos tal y como son, y aprender sus gustos y disgustos. Esto ayudará a que los padres logren desarrollar la mejor relación posible con sus hijos...

En ocasiones todo lo que se requiere es un simple ajuste en las exigencias de los padres.


Fuente Bibliografica: Diane E. Papalia, Desarrollo Humano octava edición.
Links recomendados: http://www.guiainfantil.com/educacion/comportamiento/indice.htm http://www.zonapediatrica.com/psicologia/el-temperamento.html



Publicado por: Sanel Arce González.




4 comentarios:

Anónimo dijo...

El Benja es niño Docil. Nuna a dixo que no a las comidas. y no tiene un horario para su siesta. No es lloron pero cuando lo retan acusa y trata como de convencernos poniendo caras.

(Amiga Te Qlo muxo.. te extraño.. Besos. Xau)

Anónimo dijo...

me equivoque.. si tiene u n horario para sus siestas.
duerme siempre a la misma hora =)

Anónimo dijo...

Por lo que me doy cuenta caería dentro de lo que seria un niño indeciso, creo, ¿o no? bueno lo que si se es que definitivamente tengo hiperactividad, por lo que concuerdo absolutamente con el hecho de que los padres tienen un rol fundamental en el desarrollo del niño, siendo importantes como el primer acercamiento que tiene el niño a un mejor amigo, figura de autoridad, etc.
bueno no doy mas la lata porque esta bueno el artículo
un abrazo
byeps!!!

Anónimo dijo...

besos besos besos y mas besos.

Te quiero mucho...


Abrazos, brazos i mas abrazos.


Te adoro....

...Te extraño.